Cuando es que nos damos cuenta que tenemos el pasado, el presente y el futuro escritos en el mismo parrafo?
Es simple: cuando los verbos son los mismos.
Aprender a trascender las inquietudes en los momentos cotidianos nos entregan fuerza y claridad. Aunque muchas veces no de una manera delimitada y concisa.
Basta con solo prestar atencion a los gritos ahogados que nos provoca una situacion, para saber cuales son las decisiones a las que debemos enfrentarnos dia a dia. Sin temor y sin duda.
Sigue siendo complicado vivir y los tesoros que hay que cuidarlos.