Un artÃculo de Orsai me dió el manijazo para publicar esto que tenÃa en borrador. Si hay un copyright, deberÃa de ser ese.
En el aeropuerto de Guarulhos no hay lugar para fumadores, a las tres de la tarde del sabado probé en la puerta de Carrasco mi último pucho, comenzando lo que se iba a transformar en un viaje transecuatorial con retorno inesperado. Un despegue, rápido aterrizaje y estaba en Sao Paulo, esperando la conexión con Madrid.
Para matar el tiempo me comÃ: un muffin, una bocata, un sánguche, una Coca Cola, una cerveza y un capuchino. CarÃsimo todo obvio. Sigue leyendo